Por Daniel Roberts
4 min lectura
El chiste se cuenta a sí mismo.
El miércoles, el Departamento de Justicia de EE.UU. declaró amenazadoramente que daría una conferencia de prensa en vivo al mediodía para anunciar una "Acción Legal Internacional Sobre las Critpomonedas."
Crypto Twitter entró en pánico, y también lo hicieron los precios de las criptomonedas. Bitcoin y Ethereum cayeron cada uno casi un 5% en solo unos minutos, lo que equivale a un flash crash. ¿Qué gran empresa estaba en el punto de mira del Departamento de Justicia? Binance era una apuesta popular, y CZ no ayudó a las cosas tuiteando solo "4", que anunció el 2 de enero es su nueva señal para el "FUD, noticias falsas, ataques, etc." entrantes.
Entonces se produjo la rueda de prensa. No fue Binance. No era Celsius, o Voyager, o Blockfi, o cualquier otro prestamista cripto en quiebra que jodió a sus clientes. Era una exchange de criptomonedas de propiedad rusa con sede en Hong Kong llamada Bitzlato.
¿Bitz-qué? ¿Bitzlatte? He estado escribiendo sobre criptomonedas desde 2011, y nunca he oído hablar de él.
Bitzlato, según el Departamento de Justicia, procesó más de 700 millones de dólares en fondos ilícitos, incluidos millones de dólares procedentes de ransomware.
Vale, pero a 18 de enero, las wallets de los clientes de Bitzlato tenían... 11.000 dólares, según un director de operaciones de Coinbase. En punto más algido de Bitzlato, las wallets de los clientes sumaban en conjunto unos 6 millones de dólares, una tontería.
Sin embargo, la fiscal general adjunta del Departamento de Justicia, Lisa Monaco, calificó la acción como "un golpe significativo al ecosistema de la criptocriminalidad". Dijo que Bitzlato "alimentó un eje de criptocrimen de alta tecnología".
El mercado de criptomonedas se recuperó rápidamente.
Podría incrustar un montón más de los mejores memes sobre esto, pero pasemos al Por Qué, y al Qué Significa Esto.
El DOJ está tratando de "pantallear".
La gente del ecosistema de criptomonedas se rió de ello, pero los que están fuera de cripto probablemente no. El gobierno de EE.UU. quiere dejar muy claro —especialmente después del colapso masivamente escudriñado de FTX— que es consciente del CRYPTO CRIMEN (¡!) y está tomando medidas decisivas.
Según los informes, el Departamento de Justicia ha estado investigando a Binance desde 2018 y, según Reuters, está dividido sobre la posibilidad de presentar cargos o no. Se ha rumoreado que el Departamento de Justicia también está investigando a Digital Currency Group, propietario del prestamista de criptomonedas Genesis, que se declaró en bancarrota esta semana.
Y el DOJ no está solo: la SEC acusó a la vez a Genesis y Gemini la semana pasada por violar las leyes de valores.
La comisaria de la SEC, Hester Peirce, en una entrevista en nuestro podcast gm del mes pasado, se mostró reacia a afirmar rotundamente que el colapso de FTX conducirá directamente a una mayor regulación de las criptomonedas. Pero está claro que, como mínimo, ya ha dado lugar a más posturas. Y Peirce dijo que espera que esto no lleve a sus colegas a reaccionar de forma exagerada con restricciones precipitadas.
"Creo que todos deberíamos estar atentos a los marcos reguladores que se desarrollan en el contexto de las medidas coercitivas, porque es muy tentador para los reguladores hacer eso", dijo Peirce. "Y simplemente deja a todos los demás fuera del proceso".
A menudo digo que la gente de las criptomonedas tiene un miedo irracional a la palabra "regulación". Suponen que regulación significa cierre total, cuando regulación podría -en un escenario ideal para todos- significar simplemente crear nuevas salvaguardas para los inversores minoristas.
Dicho esto, lo que Sam Bankman-Fried ha provocado es un nuevo clima en el que los reguladores y los políticos se sienten más presionados que nunca para demostrar que van en serio a la hora de librar a las criptomonedas de los malos actores. Y eso podría llevar a extralimitaciones. Ya lo vimos el año pasado con Tornado Cash.
La próxima gran acción de aplicación de la ley podría no ser contra alguien de poca monta.
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