Tras seis meses de silencio radiofónico, la presunta blanqueadora de Bitcoin Heather "Razzlekahn" Morgan ha declarado que ya no tiene ninguna participación en criptomonedas o tokens no fungibles (NFTs).

En su primer tuit desde el 6 de febrero de este año, Morgan afirmó con rotundidad que "cualquier proyecto de criptomonedas o NFT que lleve mi nombre o mi imagen es una estafa que no avalo."

Antes de su encontronazo con la ley, Morgan también era conocida por rapear bajo el seudónimo Razzlekahn, por su trabajo como colaboradora de Forbes y en el campo de la ciberseguridad prestando servicios de asesoramiento.

La Oficina Federal de Investigación (FBI) acusó a Morgan y a su marido Ilya Lichtenstein de conspiración para cometer delitos de blanqueo de dinero multimillonario en febrero de 2022 en relación con el infame hackeo de Bitfinex en 2016.

119.756 Bitcoin (BTC), aproximadamente 72 millones de dólares, fueron drenados del intercambio a través de una brecha de seguridad, con los activos siendo metódicamente blanqueados a través de varios mercados, incluyendo AlphaBay e Hydra, en los años siguientes.

El hackeo fue uno de los mayores del sector en su momento, sólo superado por el de Mt. Gox.

Razzlekahn y el hack de Bitfinex

Una investigación del FBI incautó los fondos en febrero de 2022, momento en el que su valor superaba los 4.500 millones de dólares.

El FBI alegó que Morgan y Lichtenstein "emplearon numerosas y sofisticadas técnicas de blanqueo" para evadir la detección financiera.

Estas incluyen el registro de identidades falsas para las cuentas en línea, el uso de programas informáticos para automatizar las transacciones en bloque, la "ruptura del flujo de fondos" mediante la difusión de los depósitos a través de múltiples intercambios en la deep web, y el "salto en cadena" mediante la transferencia de Bitcoin a otros activos digitales, entre otras técnicas.

Según una presentación del Departamento de Justicia del 8 de febrero, los cargos de lavado de dinero en esta medida conllevan una "sentencia máxima de 20 años de prisión", mientras que "la conspiración para defraudar a los Estados Unidos [...] conlleva una sentencia máxima de cinco años de prisión."

Lichtenstein y Morgan fueron detenidos y acusados, pero posteriormente fueron puestos en libertad bajo fianza por un juez federal tras pagar 8 millones de dólares.

El caso de la pareja está en curso, y su destino será determinado por un juez federal de distrito en una fecha de juicio aún por determinar.

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