Anthony Scaramucci, el otrora portavoz de Donald Trump cuya firma de inversiones a principios de este año vendió una participación del 30% a la recientemente devastada bolsa de criptomonedas FTX, ha sugerido que su amigo, el ex multimillonario fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, hable con los reguladores inmediatamente sobre lo sucedido.
"Imploraría a Sam y a su familia que digan la verdad a sus inversores, que lleguen al fondo del asunto", dijo Scarmucci a Squawk Box de CNBC en una entrevista televisada el viernes.
Además, añadió que Bankman-Friend debería dejar de tuitear largos hilos sobre la crisis y "ponerse delante de un regulador y explicar exactamente lo que pasó, y si hay fraude, limpiarlo en la medida de lo posible."
"No quiero llamarlo fraude en este momento, porque es un término legal y ninguno de nosotros lo sabe", añadió Scaramucci. "Tenemos que dejarlo en manos de los reguladores y tenemos que dejar a todos una presunción de inocencia".
En septiembre, la firma de gestión de inversiones de Scaramucci, Skybridge Capital, vendió una participación del 30% en la compañía, y desde entonces ambos han sido amigos cercanos, dijo Scaramucci, refiriéndose a los "viajes a Oriente Medio" con Bankman-Fried mientras viajaban por el mundo recaudando capital.
Ahora está "trabajando para recomprar el capital", dijo. También aseguró a sus propios inversores que Skybridge no tenía activos en FTX debido a un posible conflicto de intereses.
Después de un acalorado duelo con la bolsa competidora Binance, en el que FTX finalmente perdió, Scaramucci dijo que inmediatamente tomó una decisión "unilateral" para visitar Bankman-Fried en las Bahamas, pensando que todo estaba por encima del tablero y que era simplemente una "situación de financiación de rescate."
Sin embargo, posteriormente quedó claro por el "sistema legal y de cumplimiento de FTX que había algo más", dijo Scaramucci. "Cuando dejé las Bahamas por la tarde, estaba realmente angustiado", dijo.
"Me gustaba y confiaba en Sam y esa violación de la confianza no sólo me afectó a mí, sino a los inversores privados y a la gente de todo el mundo que confiaba en la marca y en la tecnología", añadió. "Si hay algo seriamente malo allí -que parece probable que sea el caso- Sam debería acudir a un regulador y revelar todo".