El hashrate de Monero se ha triplicado tras un cambio reciente en el algoritmo de minería de la criptomoneda. La actualización, llamada RandomX, está destinada a hacer que la explotación minera en la red sea más "CPU-friendly". Pero el aumento de la tasa de hash significa que la rentabilidad minera de Monero ha caído por un barranco.
El cambio se implementó a través de un hard fork —una actualización de la cadena de bloques no compatible con versiones anteriores. La actualización implementó un nuevo algoritmo de minería proof-of-work que utiliza "ejecución de código aleatorio junto con varias técnicas difíciles de memorizar". Su propósito es minimizar la ventaja de eficiencia de los equipos de minería de criptomonedas, típicamente referidos como ASICs (circuitos integrados específicos de aplicación).
En los siete días siguientes al cambio de algoritmo, la tasa de hash minero en la red Monero aumentó de alrededor de 300 millones de hashes por segundo (MH/s) a un pico de 950 MH/s, según datos de Bitinfocharts. En los ocho meses anteriores al cambio, la tasa de hash minero en la red de Monero se había mantenido estable en alrededor de 300 MH/s.
Tras el aumento de la tasa de hash, el efecto en cadena provocó que la rentabilidad de los mineros, que buscaban una parte de los nuevos tokens de XMR, cayera de alrededor de 0,30 dólares al día por cada 1.000 hashes por segundo (kH/s) a un mínimo actual de sólo 0,10 dólares.
La última vez que la red experimentó un gran cambio en la tasa de hash (y la rentabilidad de los mineros) fue justo después del fork de marzo de 2019, que tuvo el efecto inverso en la red. En ese entonces, el cambio provocó una caída de la tasa de hash de más del 70% y la rentabilidad de la minería se disparó de 0,11 dólares diarios por kH/s a un máximo de alrededor de 0,45 dólares.
La bifurcación de Marzo también incluyó un cambio en el algoritmo de minería que fue diseñado para expulsar a los mineros de ASIC de la red Monero. Antes de marzo, la tasa de hash de la criptomoneda centrada en la privacidad había aumentado de alrededor de 320 MH/s a poco menos de 1000 MH/s. Después de que el conmutador se puso en marcha, la tasa de hash cayó a un mínimo momentáneo de 140 MH/s, para luego estabilizarse alrededor de 300 MH/s, donde pasó gran parte de este año.
A pesar de la tasa de hash de la criptomoneda y de las fluctuaciones de la rentabilidad minera, el precio de Monero se ha mantenido estable en torno a los 53 dólares desde que se puso en marcha el último hard fork. No está claro si los desarrolladores de Monero esperaban tal efecto después de su último cambio de prueba de trabajo. Pero si continúa, y la rentabilidad de la minería sigue cayendo, no sería alocado preveer otro cambio de algoritmo de minería el próximo año.