En Resumen
- Kazajistán cerró 130 plataformas cripto sin licencia y confiscó $16,7 millones en activos digitales durante una campaña contra el lavado de dinero.
- Las autoridades expusieron 81 redes clandestinas que convirtieron más de $43 millones en criptomonedas a efectivo usando tarjetas con identidades falsas.
- David Baek advirtió que los sistemas biométricos podrían convertirse en instrumentos de vigilancia si no se implementan con supervisión adecuada.
Las autoridades financieras de Kazajistán han terminado las operaciones de 130 plataformas cripto sin licencia y han confiscado $16,7 millones en activos digitales durante una campaña de aplicación de la ley a nivel nacional dirigida a operaciones de lavado de dinero.
Kairat Bizhanov, el Vicepresidente de la Agencia de Monitoreo Financiero del país, reveló los resultados de la aplicación de la ley en una sesión informativa del gobierno, señalando cómo la ley nacional restringe el comercio de criptomonedas a plataformas que poseen licencias de la Autoridad de Servicios Financieros de Astana y mantienen integración con el sistema bancario tradicional, según un informe de The Times of Central Asia.
Los monitores financieros también expusieron 81 redes clandestinas especializadas en convertir criptomonedas a efectivo, con volúmenes de transacciones agregadas que superan los $43 millones.
Bizhanov destacó las vulnerabilidades persistentes en el sistema financiero basado en efectivo, señalando que los criminales explotan tarjetas bancarias registradas bajo identidades falsas para facilitar transferencias de fondos imposibles de rastrear entre partes anónimas.
La extracción de efectivo de cajeros automáticos a nivel nacional alcanzó $24.100 millones durante el período de medición, lo que representa un aumento de $1.800 millones respecto al año anterior, y los cajeros automáticos siguen siendo un punto débil crítico en el sistema.
Las autoridades respondieron con estrictos mecanismos de control al cargar más de $913 en tarjetas de pago, que ahora activan la verificación de identidad obligatoria a través de bases de datos gubernamentales y autenticación móvil.
Las instituciones financieras deben preservar el metraje de vigilancia de los cajeros automáticos durante seis meses mientras los reguladores se preparan para exigir autenticación biométrica, reconocimiento facial y escaneo de huellas dactilares para todas las transacciones basadas en efectivo, según el informe.
Cuando se le preguntó si tales medidas podrían servir como plantilla para economías en desarrollo o constituir vigilancia financiera excesiva, el consultor de cibercrimen David Sehyeon Baek dijo a Decrypt que la iniciativa representa "uno de los experimentos más audaces en vincular la identidad física con la transparencia financiera".
"Sobre el papel, disuade la suplantación de identidad y hace que el cumplimiento sea medible", afirmó, advirtiendo que sin la supervisión adecuada, tales sistemas podrían "convertirse en instrumentos de vigilancia".
Baek enfatizó que las naciones que implementan sistemas comparables "deben sopesar la proporcionalidad cuidadosamente, asegurando que los objetivos contra el crimen no erosionen los derechos de los ciudadanos a la privacidad o creen bases de datos biométricas permanentes vulnerables al mal uso".
"En las manos correctas, la biometría puede fortalecer la confianza digital; en las equivocadas, puede normalizar la visibilidad financiera total", explicó.