El Consejo de Minería de Bitcoin, formado a principios de este año como respuesta a las preocupaciones sobre el impacto medioambiental de Bitcoin, ha compartido una presentación en la que se afirma que el 56% de la electricidad de Bitcoin proviene de fuentes "sostenibles".
El consejo cita su propio "análisis, suposiciones y extrapolación" como única fuente para la cifra, y deja la palabra "sostenible" abierta a la interpretación. No se facilitan desgloses energéticos precisos.
Hay razones para ser escépticos. Los miembros del Consejo de Minería de Bitcoin (mineros de Bitcoin) tienen piel en el juego, y los titulares sobre Bitcoin y el medio ambiente son malos para el negocio. Un comunicado de prensa que acompaña a los nuevos datos del consejo viene con el celebratorio titular: "La encuesta del Consejo de Minería de Bitcoin confirma una mezcla de energía sostenible".
El consejo también afirma haber recogido los datos de la encuesta de las empresas mineras que representan el 32% de la potencia mundial detrás de Bitcoin. El 67% de la mezcla de energía de los encuestados se consideraba "sostenible, pero las respuestas a la encuesta eran voluntarias, lo que significa que los mineros con una mezcla de energía menos favorable eran libres de omitirla.
Las recientes medidas gubernamentales contra los mineros chinos de Bitcoin también pueden estar sesgando los porcentajes: un éxodo masivo de mineros de las redes de energía con mucho carbón en provincias como Qinghai y Mongolia Interior ha llevado a una disminución significativa en el consumo de energía de la red en los últimos dos meses.
Un estudio realizado en septiembre de 2020 por el Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge descubrió que sólo el 39% de la energía utilizada en la minería de criptomonedas procedía de fuentes renovables.