En un informe de investigación publicado la semana pasada, los analistas de JP Morgan enumeraron algunos de los posibles problemas de los planes de El Salvador para hacer de Bitcoin su segunda moneda oficial.
Resulta que uno de los principales obstáculos es su primera moneda oficial, el dólar, al menos según los analistas del banco de inversión global.
Según JP Morgan, es probable que el bitcoin no pueda competir con el dólar en el envío de remesas, a menos que el gobierno local pueda reforzar la infraestructura. El banco cita un estudio reciente de la Universidad Johns Hopkins que sugiere que el coste de la transferencia de remesas en Bitcoin es "casi el doble" que el de realizar transacciones similares en dólares estadounidenses, aunque admite que esas cifras pueden ser demasiado pesimistas.
No es una preocupación menor. El país depende en gran medida de las remesas, a menudo en dólares; en 2020, estas transferencias de dinero representaron alrededor del 24% del PIB de El Salvador, según el Banco Mundial.
Para complicar las cosas, El Salvador pasó del colón al dólar en 2001. Los investigadores consideran que la dolarización en un sistema bimonetario hace que el país sea más sensible a las oscilaciones de precios. Y el Bitcoin ya es un mercado volátil.
JP Morgan señaló varios otros obstáculos en el plan de El Salvador para hacer que el Bitcoin sea de curso legal, incluyendo la incapacidad de la cadena de bloques para manejar la afluencia de la nueva actividad de pago "en la cadena" y las altas tarifas que se cobran por cada transacción en la red de Bitcoin. A medida que aumentan el precio y el volumen total de transacciones de Bitcoin, también lo hace el coste de utilizar la cadena de bloques.
El presidente Nayib Bukele ha dicho que los comerciantes salvadoreños estarán obligados a aceptar Bitcoin junto con los dólares estadounidenses, pero como señala el banco, Bitcoin es un pésimo medio de intercambio. La mayor parte de la oferta existente de Bitcoin está "encerrada en entidades sin liquidez", y "más del 90% no ha cambiado de manos en más de un año".
JP Morgan también señala el reciente escepticismo del Fondo Monetario Internacional en torno a las ambiciones de Bitcoin de El Salvador, y advierte que Bukele está "complicando" una importante relación económica.
El Salvador aprobó su llamada "Ley Bitcoin" en junio. Una empresa estadounidense de monederos de criptomonedas llamada Strike desempeñó un papel importante en el impulso de la legislación; su director general, Jack Mallers, ha estado haciendo relaciones públicas para el experimento de Bitcoin en el país durante los últimos meses. Lo más importante es que Strike no tiene licencia como transmisor de dinero en ningún estado aparte de Washington. Varios abogados dijeron a Decrypt que enviar Bitcoin desde Estados Unidos a El Salvador a través de Strike podría crear complicaciones legales.
Los salvadoreños no están muy entusiasmados con el lanzamiento de Bitcoin. Según los datos de una encuesta de la Cámara de Industria y Comercio de El Salvador, el 96% de las empresas y el 92% de los consumidores individuales creen que aceptar Bitcoin debería ser opcional, en lugar de obligatorio.
El Bitcoin se convertirá en la segunda moneda oficial del país a principios de septiembre.